Este video en particular capta exactamente lo que he estado pensando desde hace un tiempo, algunas acciones huelen a extremismo y son un suicidio político; estupidez como mínimo, lo cual probablemente no es.
La narrativa en la transmisión de los sospechosos habituales seguramente es y continuará explotando los aspectos de tragedia humana de una situación como esta. Omiten, por supuesto, cualquier detalle adicional que pudiera haber pesado en la decisión; no hubo mención de la razón por la que tenía una orden de deportación, o (y aquí me falta una opinión legal) por qué nunca solicitó admisión bajo la Ley de Ajuste Cubano en cinco años. ¿Acaso el esposo alguna vez la reclamó como era su derecho? En definitiva, algo se podría haber considerado por el bienestar de la niña. Seguramente, habrá algunos que argumentarán que ella no necesitaba dejar a su hija atrás, esos usualmente serán los que creen que Cuba es un paraíso de libertad de expresión e ignoran que ella tendrá que depender completamente de su esposo, proveyendo desde los EE. UU. en un momento en que la posibilidad de hacer eso está siendo considerada para ser eliminada por el gobierno, ya que el régimen cubano es un enemigo declarado de los EE. UU. y clasificado como un estado terrorista. Al mismo tiempo, hemos visto la hipocresía de muchos armando un escándalo a favor de mantener en nuestra tierra a pandilleros de Venezuela, Honduras y El Salvador.
Muy interesante. La dependencia del estado y el síndrome de Estocolmo se parecen mucho.
Lo peor de todo es que han logrado crear a traves del tiempo y las generaciones una mayoria que no se dará a si misma la oportunidad de pensar, leer o entender algo que, como este articulo, podría hacerle reflexionar acerca de su propia vida y posibilidades; y aceptará como verdad incuestionable la información que le provea el amo. Hoy lo estamos palpando en directo en lo que otrora fuese el faro de libertad en el mundo. Válida la profundidad de este mensaje; tal vez despierte a algunos todavía.
Una de las más graves consecuencias de un estado absolutista es la fuerte relación de subordinación que crea en sus súbditos. Como toda la esfera social y económica le pertenece y la controla, los ciudadanos están obligados a establecer nexos ineludibles con ese estado. Este formalmente es el que da trabajo, el que da estudio, el que da sanidad, alimento y otros elementos de subsistencia. Esta cerrada determinación sobre todas las esferas de la existencia constriñe al ciudadano y genera en él una sólida dependencia del estado. Esta relación en que se le hace sentir al ciudadano que vive a merced de un padre proveedor, va aparejada con el desarrollo de un sentido de permanente gratitud que casi borra la percepción del papel que juegan las facultades o la disposición del individuo en el logro de sus proyectos, y lo conducen a entenderlo todo como resultado de la concesión del páter familias. Elias Canetti analiza esta relación y la ve como un avatar de la vieja costumbre de la manada o la tribu que se domestica a la orden del cabeza de grupo. Plantea: “La explicación de esta evolución se encuentra en que, en cada uno de estos casos, se practica una suerte de soborno. El amo da de comer a su perro o esclavo, la madre nutre al niño. La criatura, en el estado de sumisión, está acostumbrada a recibir el alimento solo de una mano. El esclavo o el perro reciben alimento de su mano exclusivamente, ningún otro está obligado a ello, ningún otro debe darles alimento. La relación de propiedad consiste en parte en que todo alimento solo les llegue de la mano de su amo.” Y concluye que la orden más antigua, la de huir ante el peligro, se modifica por el hecho de habituarse a la mano que da comida, como pasa con los animales amaestrados. “Esta desnaturalización de la orden de huida biológica educa a hombres y animales a una especie de cautiverio voluntario.” Es por ello tan cardinal la educación del individuo consciente, creativo y determinado a realizar su propio proyecto de vida. Muchos prefieren el breve espacio de seguridad que les confiere una mano poderosa, antes que labrarse a costa de inteligencia y tesón zonas de mayor realización. Es lo que Erich Fromm denominó “miedo a la libertad”. Algo que solo vence el arduo aprendizaje de ser uno mismo.
Gambito de Dama… la historia real… La cubana ′′Maria Teresa Mora Iturralde′′ fue una mujer que “destruyó” a todos sus competidores masculinos durante el Campeonato Nacional Cubano en 1922, pero nunca se le permitió competir con hombres a nivel mundial durante esos años. María Teresa es un emblema de una mujer brillante perdida en un deporte de hombre, carente de cualquier desarrollo profesional, o competiciones internacionales que podrían haberle permitido alcanzar su potencial. Tal vez, en un mundo perfecto, María Teresa habría derrotado a Bobby Fischer y a los campeones rusos del mundo, si ella hubiera tenido la oportunidad, consideremos que también fue la única mujer que golpeó a José Raúl Capablanca, uno de los mejores del mundo, y fundador del ajedrez moderno. En 1917 American Chess Bulletin publicó un artículo titulado “La Habana tiene otro prodigio” y en 1922, superó todas las expectativas, convirtiéndose en la única mujer que compite y gana el campeonato cubano. Luego solo se le permitió competir en el Campeonato Cubano Femenino de Ajedrez, que dominó entre 1938 a 1960, cuando se retiró. En 1950, María Teresa fue nombrada la primera mujer latinoamericana en recibir el título de Maestro Internacional de Mujeres. Cuando Capablanca y María Teresa finalmente compitieron entre sí, fue una serie de tres juegos. Ella ganó dos y tuvo un empate para el tercer partido. Fue recordada por haber dicho ′′Ay qué pena, le he ganado!”
Compartido por Yanet Alarcón Calero Publicación de Cesar Leo Marcus